viernes, 21 de noviembre de 2008

Recordando a Miguel

La primera vez que vi a Miguel Nuñez fue en una reunión del Comité del PSUC de la SEAT, alrededor del año 1971. Se habían adoptado medidas extraordinarias de seguridad y supuse que vendría alguien importante. La persona “de la dirección” que asistió fue presentada, por Camps, como Saltor.

 

Las reuniones del Partido en aquellos tiempos siempre eran muy formales. Intervención inicial del secretario del Comité de la SEAT, intervenciones de los camaradas y conclusiones a cargo del representante del Comité Ejecutivo.

 

En esa ocasión, la primera en que oía las conclusiones de la reunión a cargo de Miguel, quedé boquiabierto y encandilado. Aquel hombre nos interpretaba, sabía lo que queríamos y nos señalaba un camino que estábamos dispuestos a intentar recorrer. Nos hablaba de política, de política con mayúsculas. Para mí, que tendría unos 26 años, fue como el descubrimiento del fuego.

 

También hay que reconocer que, al reunirnos en el seno de la Comisión Obrera de la SEAT, las cosas se transformaban y, coincidiesen o no con lo que se había concluido en el Comité del Partido, hacíamos lo que considerábamos más conveniente con total independencia. El Partido orientaba y la Comisión Obrera decidía.

 

Ciertamente, en relación con la lucha obrera, recuerdo que en la práctica no le hacíamos mucho caso y nos olvidábamos pronto de sus recomendaciones, pero sus enseñanzas contribuyeron de forma muy importante a que la SEAT fuese un bastión de la lucha obrera por la libertad y los derechos de los trabajadores.

 

Gracias Miguel, muchas gracias por tu docencia y por tu ejemplo.

 

Pedro López Provencio

Ex sindicalista de la SEAT